Saltar al contenido

COMO GANARSE EL RESPETO DE TI MISMO

    el respeto que das a los demas es un claro reflejo del respeto que te das a ti mismo»
    yo no puedo respetar a nadie pq no me respeto a mi misma, entonces no puedo dar lo que no tengo
    Desarrollar un fuerte sentido de respeto propio podría ayudarte a aprovechar tu potencial, a forjar relaciones saludables y hacer que los demás te vean como una persona digna de respeto. Si realmente quieres respetarte, entonces tendrás que aceptarte y esforzarte por ser la persona que siempre soñaste ser. Si quieres saber cómo ser feliz contigo mismo y lograr que el mundo te trate como lo mereces, lee el paso 1 para comenzar.
    PASO 1. ADOPTAR LA MENTALIDAD CORRECTA
    1
    Intenta conocerte a ti mismo. Entre más te entiendas a ti mismo, más lograrás valorar realmente tu singularidad y lograrás respetarte a ti mismo aún más. Descubre cuáles son tus principios, tu personalidad y tu talento. Deja de consentir la aprobación de los demás y empieza a desarrollar tus propios estándares. Alguien podría respetar un título académico, pero tú podrías respetar la creatividad. ¿Qué opinión importa más en este caso? Podría tomarte un buen tiempo completar este proceso emocionante de autodescubrimiento, pero pronto verás que valdrá la pena.

    • Cuando llegues realmente a conocerte, podrás ser mejor discerniendo qué personas no te ayudan a progresar y a cómo buscar tus metas, lo cual podría traerte más felicidad.

    2
    Aprende a manejar el criticismo. Para respetarte a ti mismo verdaderamente, tendrás que ser consciente de la persona que eres realmente y saber que nadie es perfecto. Si alguien te hace un comentario útil y constructivo, ya sea cuando tu novio te dice que debes escucharlo mejor en los momentos en los que te necesita o cuando tu jefe te dice que pudiste haber escrito el informe con mayor cuidado, es importante escuchar realmente las cosas que los demás te dicen para que puedas utilizar esos comentarios para mejorar tu persona.

    • Si realmente te respetas, entonces te verás como una persona que podría ser mucho mejor. La crítica constructiva te ayudará a alcanzar tales metas.
    • Claro que si alguien es malintencionado o trata de herir tus sentimientos, entonces tendrás que aprender a arrojar las críticas por la ventana. En ocasiones es difícil percibir la diferencia entre alguien que dice la verdad de mala manera y alguien que te dice algo malintencionado de tal modo que suena “lindo”; es necesario saber discernir para poder diferenciar ambos casos.

    3
    Perdónate. Si quieres respetarte, entonces tendrás que ser capaz de perdonarte por todo aquello que hayas hecho en el pasado que te avergüence. Reconoce que lo que hiciste estuvo mal y si es necesario pide disculpas, luego procura salir adelante para poder ser la persona que quieres ser. Si eres demasiado duro contigo mismo por haber tomado las decisiones equivocadas o por haber dicho algo hiriente, entonces nunca podrás salir adelante.

    • Esto no quiere decir que debas ignorar el hecho de que pudiste haber herido a ciertas personas en el pasado, pero sí quiere decir que sólo tú puedes reprenderte tanto antes de empezar a sentirte fatal contigo mismo.
    1. 4
      Acéptate. Necesitarás estar cómodo con tu persona, aprender a amarte y aceptarte. Esto no quiere decir que tendrás que pensar que eres perfecto, sino que tendrás que aprender a aceptarte pese a todos tus defectos. Sé feliz con todo aquello que te encante de ti mismo y acepta todo aquello que no sea tan perfecto qué digamos, en especial aquello que no puedas cambiar. Deja de inventar excusas o decir que te amarás sólo si pierdes 10 kilos, más bien empieza a amar a la persona que eres en este momento.

      • Esfuérzate por aumentar tu autoconfianza. No podrás ser capaz de aceptarte si no eres feliz con tu persona, con tu aspecto físico o con tu ocupación. Comienza a tener un lenguaje corporal positivo y una buena postura, sonríe más y ten al menos tres pensamientos buenos sobre ti cada hora. Si bien aumentar una autoconfianza genuina requerirá mucho trabajo, necesitarás empezar en algún punto.

    5
    Mantén una actitud positiva. Una actitud positiva podría acercarte o alejarte del éxito en la vida, además de los pensamientos que tengas sobre ti. Aunque las cosas no vayan como quisieras, ten la seguridad de que algo bueno sucederá al final, conténtate con tu vida diaria y todo lo que te brinda. Si eres excesivamente negativo con todo y sólo imaginas el peor escenario de toda situación, entonces serás más propenso a que nunca te sientas bien con tu persona o a que nunca te des el respeto que mereces.

    • Por ejemplo, si has postulado a un trabajo que realmente querías, no digas: “Es imposible que me lo den. Hay tantos otros postulantes bien preparados”, más bien di: “Sería tan emocionante que me den ese trabajo. Aunque no me llamen a la entrevista, igual me siento orgulloso de haber postulado”.

    6
    Deja de intentar llevarle el ritmo a los demás. Una de las razones por las cuales te falta respeto propio se debe a que te sientes mal por estar soltero mientras que todos tus amigos se van a casar o que te sientes incapaz por no ganar tanto dinero como los demás. Más bien, mantén tus propios estándares y esfuérzate por alcanzar tus metas en lugar de hacer lo que imaginas que impresionará a tus amigos de Facebook o lo que te dará derecho a alardear temporalmente. Será mucho más impresionante tener éxito en algo que  quieres hacer en vez de tomar la misma ruta que toman los demás.

    • Además de tratar de mantener tus propios estándares para ser feliz, deberás esforzarte por hacer a un lado toda envidia que sientas. Deja de desear lo que tienen los demás y trata de alcanzar lo que tú realmente quieres. La amargura y el resentimiento que vengan acompañados de envidia sólo te harán sentir disgustado con tu persona y desearás ser otro.

    7
    Ten fe en tus elecciones. Si quieres tener respeto propio, entonces tendrás que creer que las decisiones que hayas tomado son las mejores. No hay nada de malo en pedir consejos (en realidad podría ayudarte a tener una perspectiva más equilibrada), pero no deberás pasarte todo el tiempo dudando de ti mismo, pensando que tu elección no era la correcta y deseando haber hecho otra cosa. Tendrás que tener creencias firmes y hacer el esfuerzo por comprenderte a ti mismo y saber lo que realmente te hace feliz. Ten el orgullo de haber tomado una decisión correcta y no la cambies por más difícil que sea.
    8
    No permitas que los demás te afecten. Si bien suena como algo imposible, tu nivel de valor propio y de felicidad deberá provenir de tu persona, no de los demás. Claro que algunos cumplidos o reconocimientos podrían hacerte sentir mejor, pero al fin y al cabo, tu felicidad y satisfacción propia tendrán que provenir de tu interior. No dejes que los demás te digan quién eres, te hagan sentir menos ni cuestionen tus creencias. Si quieres respetarte a ti mismo, entonces tendrás que tener la confianza de haber tomado las decisiones correctas y aprender a ignorar a los criticones.

    • Si siempre permites que los demás te convenzan de cambiar tu opinión o de reconsiderar tus decisiones, entonces la gente pensará que no tienes convicciones fuertes. Cuando hayas encontrado aquello que realmente consideres importante, será más difícil que toda la gente negativa en tu vida te afecte.

     
    PASO 2. TOMAR MEDIDAS
    1
    Respeta a los demás. Si quieres respetarte, entonces tendrás que empezar a respetar a la gente a tu alrededor, no sólo a los que tengan más experiencia o sean más exitosos, sino a todo ser humano que camine por este planeta que no te haya hecho daño. Claro que algunos no merecen tu respeto, pero deberás hacer el esfuerzo de tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti, ya sea que estés hablándole a tu jefe o a la chica de la caja del supermercado. A continuación te presentaremos algunas maneras básicas de respetar a los demás:

    • Sé honesto con los demás.
    • No robes, perjudiques ni insultes a los demás.
    • Escucha lo que los demás dicen, ten en cuenta su opinión y evita interrumpirlos.

    2
    Trata a los demás con un mínimo de respeto. Por lo general, nos solemos hacer cosas que nunca imaginaríamos hacérselas a alguien que queremos (¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu amigo “feo” o le dijiste que era inepto, lo desanimaste para que no siga sus sueños o saboteaste su felicidad?). Sea cual sea tu concepto de respeto, aplícalo a tu persona. No te lastimes ni te insultes, aunque te sientas pésimo de tu persona. Este tipo de trato sólo te conllevará a sentirte peor. Aplica los siguientes pasos para tratarte con un mínimo de respeto:

    • No te robes (por ejemplo, no compres todo imprudentemente con la tarjeta de crédito; en esencia, estarás quitándole dinero a tu futuro, porque tendrás que pagarlo después).
    • Sé honesto contigo mismo en lugar de negar lo que realmente quieres.
    • Piensa por ti mismo desarrollando tus propias fuentes de conocimiento e investigando, en lugar de seguir las opiniones de los demás. Podría serte muy útilvolverte escéptico y cuestionar el mundo a tu alrededor.

    3
    Reconoce cuándo la gente te falta el respeto y toma medidas para detenerlo.Una persona que se respeta a sí misma no permite que otros la traten mal y prefiere no relacionarse con gente irrespetuosa. Podría parecer algo obvio, pero hay muchas ocasiones en las que aceptamos que nos traten mal (tanto en las cosas pequeñas como en las grandes) porque pensamos que esa persona no sabe comportarse mejor, porque no deseamos que esa persona nos deje o porque estamos tan decaídos que no creemos que merezcamos algo mejor. Cuando alguien no te trate con el mínimo de respeto, necesitarás aprender a dejarlo ir.

    • Nadie dijo que era fácil darle la espalda a alguien que evidentemente te haya faltado el respeto, si esa persona es muy importante para ti. Pero cuando te deshagas del mal hábito de relacionarte con alguien que te haga sentir fatal, verás que tu respeto propio se incrementará significativamente.
    • Aprende a reconocer una relación manipuladora y controladora. Podría ser difícil darse cuenta cuándo una persona cercana a nosotros no nos respeta, especialmente si lo hace de forma sutil y solapada desde hace tiempo.
    • Deja de ser dependiente. Muchas veces en las relaciones sentimentales o de amistad permitimos que la gente se aproveche de nosotros porque nos sentimos dependientes de ella. Aprende a enfrentar el hecho de que no necesitas depender de nadie para ser feliz.
    • Deja de ser una persona demasiado complaciente. Prestar atención a las necesidades de todos menos los tuyos es un clásico signo de poco respeto propio.
    • Aprende a practicar la comunicación no violenta. Cuando te enfrentes a alguien a causa de su comportamiento irrespetuoso, intenta ceñirte a las pautas positivas y propias de una comunicación productiva.

    4
    Cuida tu cuerpo. La persona que desatiende su salud no será capaz de ver lo afortunada que es de estar viva. Cuando hagas el esfuerzo por mantener tu cuerpo en forma, no sólo te sentirás mejor físicamente, sino que también sentirás una especie de orgullo propio. Respetar tu cuerpo también significa, evidentemente, no insultarlo por su aspecto. Procura ponerte en forma y cuidar tu salud, pero no te desprecies por las cosas que no puedas controlar, como tus proporciones. Concéntrate en las cosas que sí puedes cambiar y mejorar, y hazlo por el hecho de que te hará sentir mejor, no porque creas que no eres lo “suficientemente bueno” por ser como eres.

    • Ello no quiere decir que ir al gimnasio y verse de maravilla elevará automáticamente tu respeto propio, sólo quiere decir que si no le dedicas tiempo ni cuidados a tu aspecto físico, empezarás a perder el respeto por tu persona.
    • Incluso un mínimo esfuerzo por mantener una buena higiene les mostrará a los demás que te cuidas lo suficiente para mantener tu aspecto físico.

    5
    Perdona a los demás. Si quieres respetarte a ti mismo, entonces tendrás que aprender a perdonar a aquellos que te hayan ofendido, lo cual no quiere decir que tendrás que volverte su mejor amigo, sino que tendrás que perdonarlos mentalmente y aprender a seguir adelante con tu vida. Si dedicas todo tu tiempo a pensar en todas tus riñas y resentimientos, entonces no podrás ser capaz de pensar con claridad ni de vivir el presente. Así que hazte el favor de perdonar a los demás para que puedas seguir adelante.

    • Aunque alguien te haga perjudicado de manera impensable, necesitarás hacer el esfuerzo por superar dicha experiencia y esa persona. No deberás sumirte en la ira y el resentimiento por siempre.

    6
    Trata los defectos que puedas. Respetar a los demás no quiere decir que tengas que pensar que eres perfecto y que no tienes nada que tratar ni mejorar en lo absoluto. Significa ser capaz de aceptar aquello que no puedas cambiar mientras procuras tratar aquellos aspectos que sean necesarios. Tómate un tiempo para pensar realmente en ti y para tomar en cuenta los defectos que más te gustaría tratar; quizá sepas que no eres un buen oyente, que te estresas demasiado por las cosas más insignificantes o que eres demasiado complaciente. Elabora un plan para que progreses en estos aspectos y pronto verás que tendrás más respeto por ti mismo.

    • Claro que nadie puede perfeccionar un defecto en un par de días; es algo que exige un gran compromiso y perseverancia. No obstante, tomar los primeros pasos para ser la persona que respetes más hará que tengas más autoconfianza.

    7
    Mejora tu persona. Este punto es distinto al punto acerca de tratar los defectos. Mejorar tu persona implica tomar los pasos para probar cosas nuevas y abrir tu mente a posibilidades nuevas en lugar de estar completamente satisfecho con lo que eres. Mejorar tu persona significa tomar una clase de yoga, ser voluntario, pasar más tiempo aprendiendo las lecciones de las personas mayores que son importantes para ti, aprender a ver perspectivas múltiples sobre una situación, leer literatura clásica en vez de la prensa sensacionalista y procurar siempre aprender cosas nuevas.

    • Si sientes que eres una persona dinámica que siempre está cambiando y evolucionando, tendrás más respeto por ti mismo.

    PASO 3. DESENVOLVERTE ADECUADAMENTE
    1
    No te degrades. Si quieres tener respeto propio, entonces tendrás que dejar de degradarte, en especial frente a otros. Una cosa es reírte de ti mismo, lo cual es una forma de demostrar que no te tomas muy en serio y que no te obsesiona verte perfecto siempre. Sin embargo, es otra cosa muy distinta decir: “Me veo tan gordo hoy día” o “¿Por qué alguien querría hablar conmigo?” frente a otras personas. Si lo haces, verán que tu valor propio no es muy elevado y se sentirán incómodas. Si te degradas públicamente, estarás incitando a que los demás hagan lo mismo.

    • La próxima vez que pienses algo negativo sobre tu persona, anótalo en lugar de decirlo en voz alta. Si lo dices en voz alta, será más probable que creas que es verdad.

     
    2
    No permitas que los demás vean algo de lo que te podrías arrepentir después. Podría ser una gran variedad de cosas, por ejemplo: embriagarte y comportarte torpemente en público, besarte con alguien en el bar frente a todo el mundo, aunque no te guste mucho esa persona y sólo quieras llamar la atención. Lo mismo va para las payasadas que sólo tengan el fin de llamar la atención; sólo dedícate a hacer aquello que te haga sentir orgulloso después, no sólo para hacer reír a alguien sin sentido.

    • Procura mantener una imagen propia constante. Será difícil que los demás te respeten por ser el chico más inteligente de la clase si estabas bailando con una lámpara sobre tu cabeza en la fiesta de la noche anterior.

    3
    Evita ser demasiado sensible. No hay ningún problema en perder la compostura de vez en cuando, pero deberás evitar dejar que los demás te vean perder los papeles por completo, sino dejarán de respetarte y pensarán que no puedes controlar tus propias emociones. Si ves que estás a punto de enfadarte, retírate del lugar y haz una caminata corta, respira aire fresco o llama a alguien que te ayude a recuperar la sensatez en lugar de enfadarte por cualquier minucia. Si te enojas con demasiada frecuencia, entonces podrías decir algo de lo que podrías arrepentirte después y los demás te verán como alguien impulsivo y grosero.

    • Gran parte de respetarte a ti mismo consiste en aprender a controlar lo que pasa en tu mente. Si bien nadie tiene el control de uno mismo el 100% del tiempo, podrás hacer un esfuerzo por lograrlo.

    4
    Reconoce cuándo estás equivocado. Si realmente quieres respetarte a ti mismo, entonces tendrás que ser capaz de saber cuándo estás en un error. Si te has equivocado, hazlo saber a los demás de modo que muestre que estás realmente arrepentido y que has reflexionado lo suficiente sobre la situación para evitar volver a cometerla en el futuro. No niegues lo sucedido y esperes a que todos finjan que nada pasó; sé respetuoso contigo mismo y con los demás y admite que sólo eres un ser humano.

    • Si aprendes a reconocer que estás equivocado, la gente tendrá mucho más respeto por ti y podrá confiar más en ti.

    5
    Pasa tu tiempo con las personas que te respetan. Rodearte de aquellos que te hacen sentir fatal es la receta para bajar tu respeto propio, porque te sentirás mal no sólo por lo que esa persona diga, sino que en el fondo también estarás enfadado contigo mismo por dejar que esa persona esté a tu lado. Busca a aquellos que te hagan sentir positivo, bien contigo mismo y con el mundo y con quienes en realidad se tomen el tiempo de escucharte y ayudarte a ordenar tus sentimientos.

    • Este consejo es especialmente cierto para las relaciones amorosas. Será casi imposible tener un respeto propio genuino si sales con alguien que te hace sentir inútil.

    6
    Sé humilde. Algunos piensan que alardear sobre lo increíble que uno es logrará que los demás los estimen más, porque así estarán mostrando todos los grandes logros que han alcanzado. No obstante, si realmente quieres que los demás te respeten y piensen que eres sorprendente, entonces deberás practicar la modestia y humildad, deja que los otros reconozcan lo increíble que eres en vez de decirlo tú mismo. A nadie le gusta alguien arrogante o que esté alardeando todo el tiempo; hacerlo hará que te veas inseguro, como si los demás no pudieran darse cuenta sin ayuda de lo fantástico que eres.

    • Gran parte de ser humilde consiste en aprender a aceptar un cumplido. Si alguien te hace un cumplido, no digas: “Ah, sí, lo sé” ni sonrías de manera petulante. Más bien, agradécele y dile a esa persona la importancia que ese cumplido tiene para ti.

    CONSEJOS

    • La idea del respeto propio está íntimamente relacionada con la autoconfianza, pero el respeto tiene más que ver con lo que haces mientras que la confianza está relacionada con cómo te sientes (claro que ambos van de la mano).
    • Desarrolla una manera única y original de expresar tu opinión mientras al mismo tiempo eres un buen oyente.

     
    respetenme
    el hecho de que alguien no pueda tratarme con respeto no quiere decir que no lo merezcamos
    Una de las cosas que más lamento cuando miro al pasado, es lo mucho que me dejé pisotear. Soporté lo inaguantable y hasta justificaba el que lo hicieran. Me quedaba callado aguantando el abuso. La vergüenza y la culpabilidad me quemaban por dentro. No sabía qué hacer, solo recibir calladamente la golpiza psicológica. Como menor de edad, se esperaba que no dijera nada por respeto a mis mayores. Tampoco esperaba que nadie me defendiera porque me sentía solo. y, a fin de cuentas yo tenía la culpa. Quizá en vez de ser defendido iba a recibir otra reprimenda y lo mejor era callar.
    Pasaron los años y seguí permitiendo que los demás me irrespetaran. Hasta podía considerarlo algo noble porque estaba poniendo la otra mejilla. Efectivamente poner la otra mejilla es algo noble, pero no quiere decir ofrecerse como víctima a un agresor, sino no pagarle con la misma moneda. Lo que yo estaba haciendo era denigrarme y muy lejos de contribuir para erradicar el mal de este mundo, lo estaba alimentando. Merezco respeto igual que todas las personas. Pese a todos los atropellos que yo haya sufrido en el pasado, no he perdido ni un ápice de mi dignidad y mi valor como humano sigue intacto. Debo defender ese valor, no con altanería, sino con el mismo respeto que pido a los demás. La dignidad no se negocia. No importa los “beneficios” que me ofrezcan  por cederla, siempre saldré perdiendo.

    error: Content is protected !!