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LEMA 40. PIENSA, PIENSA, PIENSA

    ARGUMENTA, RAZONA, NO TE ENROQUES

    PIENSA. SER CONSCIENTE ( VALOR= CONCIENCIA). NO IR EN PILOTO AUTOMATICO. NO A LAS PRISAS Y ACELERONES.  IR CON OREJERAS. NO VER LA REALIDAD Y LAS COSAS COMO SON , SINO COMO YO CREO QUE SON

    PENSAR O REACCIONAR

    SABER PORQUE HAGO LO QUE HAGO, HACIA DONDE VOY, SABER BIEN MIS MOTIVOS Y NO ACTUAR SIN MAS, A LO TONTO, SIN NINGUNA CONCIENCIA, COMO UN NIÑO PEQUEÑO, NADA MAS PORQUE ME LO MANDAN Y SOY BUENO, SOY OBEDIENTE, CUANDO MUCHAS VECES EL JUICIO Y CRITERIO DE LOS PADRES ESTA PEOR Y SON MAS INFANTILES QUE LOS PROPIOS NIÑOS
    Reaccionar es lo que hacemos como code cada vez que enfrentamos una situación, no pensamos antes de hablar o actuar, reaccionamos casi en segundos, para solo despues pensar y claro, arrepentirnos.  Nos arrepentimos o lamentamos pero internemente, no estamos preparados para aceptar que nos equivocamos por no pensar.  Es tan fuerte esta enfermedad llamada codependencia que nos hace ser lo que no queremos.
    Cuantos malos ratos nos ahorrariamos si dieramos importancia al silencio para poder pensar antes de actuar.     Explotamos, creamos crisis y sufrimos las consecuencias, pero ya es tarde, debimos pensar, pero no una vez, debimos pensar muchas y largas veces antes de emitir juicios y querer poner todo y a todos en su lugar.  El code cree tener la única verdad y no piensa que los demás tambien tienen  cosa para aportar en una situación, los hace sentir mal y de paso pierde él tambien su serenidad.
    Como el vivir tanto tiempo con una persona con problemas nos ha atrofiado el pensamiento. es bueno aplicar este Lema  para acostumbrarnos a una nueva forma de actuar, no es estan difícil, solo hay que tenerlo presente.
    Pensar nos impide reaccionar y nos obliga a meditar en nuestro bienestar o lo que nos conviene hacer.  Nuestras acciones muchas veces motivadas por el dolor, ira, frustración nos traen nefastas  consecuencias y solo se nos ocurren fugas geográficas  (escapadas) las cuales no son beneficiosas ya que nos exponen a peligros al no estar en capacidad de pensar en cuidarnos.
    Ya es hora de pensar, meditar, no repetir errores, recordar experiencias pasadas, sacarles provecho y de esta forma no limitar nuestras oportunidades.
    Muchas son las personas privilegiadas que piensan antes de actuar, podemos seguir su ejemplo, guía, aceptando humildemente su ayuda y ver mas clara y nítidamente lo que la vida puede ofrecernos y no lo que la code nos hace ver.  Seguro que a nuestro alrededor esta una persona que no reacciona, no busca venganzas, no esta pensando mal de todos, es y se ve pacífica, esa es a la que debemos imitar.
    Cada día que pasa  debemos encontrar motivos para crecer espiritualmente, ser mejor personas, recordando que viejas ideas no son son provechosas, nos han traído muchas discusiones y es más conveniente encontrar nuevas perspectivas hasta ahora descartadas o pasadas por alto, en fin , estar preparado para pensar, aprender y cambiar.
     
    SISTEMA REFLEXIVO VS SISTEMA IMPULSIVO
    Ver ventajas a largo plazo
    satisfacer deseo de forma inmediata
    AUTOCONTROL
    CONCIENCIA VS INSTINTOS
    —————————————-

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    4. Ventajas de ser reflexivo
     

    Con la reflexión se obtiene un mayor conocimiento de nosotros y de nuestra realidad personal, damos respuesta a quiénes somos y lo que hacemos en la vida. Por un lado, obtenemos un mayor conocimiento de nuestra personalidad; manera de ser, rasgos principales de nuestro carácter, gustos, preferencias, etc. y, por otro lado, tenemos más claro nuestros proyectos personales, propósitos, objetivos y metas.
    Las personas reflexivas tienen un mayor dominio de todas las situaciones y de sí mismo, pues son observadores y conocen con bastante exactitud lo que está sucediendo a su alrededor.
    Son personas que suelen salir airosos de los conflictos o problemas, ya que tienen una mente continuamente activa y saben resolver situaciones complicadas, debido a su facilidad para analizar las situaciones y a la gran capacidad de síntesis que poseen, resumiendo y concretado el estado de cada situación por complicada que sea.

    DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
    DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
    Resumen: La conclusiones de esta investigación realizada a lo largo del curso 2008 en
    las aulas universitarias de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de
    Cataluña, se sitúan en un marco paradigmático crítico-reflexivo, superador del
    conocimiento por reproducción o transmisión y apuesta con determinación por la
    formación reflexiva de los futuros docentes. Las propuestas de desarrollo de la
    competencia reflexiva en el aula universitaria son adecuadas para todas las titulaciones
    aunque mi experimentación se ha circunscrito en titulaciones deformación docente. Las
    10 propuestas que se presentan propician en cada estudiante la contrucción de su
    proyecto personal y promueve la competencia reflexiva y la activa en los escenarios
    profesionales reforzandose de este modo la profesionalización docentes. Fomentar la
    competencia reflexiva durante la formación inicial universitaria ha producido estos
    resultados profesionalizadores en los docentes egresados de la Universidad que
    podemos sintetizar así:
    Mayor capacidad de resolver situaciones prácticas como profesionales expertos.
    Articulación más profunda en su quehacer docente de teoría y práctica,
    conocimiento formal y práctico, criterio científico y compromiso ético y social.
    Mayor preparación metodológica para innovar e investigar a partir de su trabajo
    docente.
    Abstract
    The findings of this research conducted throughout the course in 2008 the university
    classrooms in the Faculty of Education, International University of Catalonia, located in
    a critical-reflexive paradigm, overcoming the reproduction and transmission of
    knowledge and determination to bet with reflexiva training of future teachers. Proposals
    for the development of reflexive competence in the classroom are appropriate for all
    university degrees but my experimentation has been confined deformation degrees in
    teaching. The 10 proposals submitted to each provide students the construction of its
    project staff and promotes competition thoughtful and active professionals in the
    scenarios thus reinforcing the professional teachers. Encouraging reflective competence
    during initial training college has produced these results at professional teachers
    graduated from the University we can summarize as follows:
    •Increased ability to solve practical and professional experts.
    • Articulation deeper in your work of teaching theory and practice, formal
    knowledge and practical, scientific and ethical and social.
    • Greater preparedness to innovate and research methodology from his work
    teaching
    Palabras clave: formación reflexiva en el aula universitaria; desarrollo de la
    competencia reflexiva; profesionalización; estrategias para enseñar la reflexividad;
    formación universitaria; propuestas docentes para la reflexividad.
    Keyword: training in the university classroom reflexive; development of reflexive
    competence, professionalization; strategies for teaching reflexivity; training college;
    proposal for teaching reflexivity.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
    DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
    Dra. Ángeles Domingo Roget
    REVISTA PANAMERICANA DE PEDAGOGÍA No.19 (2009): 33-50.
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    I. DE LA REFLEXIÓN OCASIONAL A LA REFLEXIÓN METODOLÓGICA
    La capacidad de reflexión se nos presenta, en principio, como una característica de la
    persona, inherente a la condición humana. Sabemos, y así lo corrobora la experiencia
    propia, que el ser humano puede poner en ejercicio su capacidad reflexiva
    espontáneamente sin precisar de un aprendizaje explícito o formal. En términos
    generales podemos afirmar que el ser humano es capaz de reflexionar y pensar de forma
    innata.
    Sin embargo para afrontar el estudio de la la cuestión que se precisa apuntar es la
    diferencia existente entre la forma habitual de reflexionar del ser humano y la
    denominada Reflexión medotológica. Aunque una se apoya en la otra no son realidades
    iguales ni expresiones de significado unívoco.
    En primera instancia podemos afirmar que si bien es cierto que la reflexión en el ser
    humano es una realidad natural y espontánea, la competencia reflexiva1
    es, por el
    contrario, una una actividad aprendida que requiere un análisis metódico, regular,
    instrumentado, sereno y efectivo y qué ésta sólo se adquiere con un entrenamiento
    voluntario e intensivo. Podemos decir que se diferencian en que la reflexión
    ordinariamente es una actividad mental natural y ocasional, la CR es una postura
    intelectual metódica ante la práctica y requiere una actitud metodológica y una
    intencionalidad por parte de quien la ejercita. Algunas de sus diferencias más obvias se
    muestran en el siguiente cuadro comparativo:
    NOTAS DIFERENCIALES
    Casual Intencional
    Improvisada Premeditada
    Natural Instrumentada
    Instantánea Sistemática
    Espontánea Metódica
    Innata Aprendida
    REFLEXIÓN REFLEXIÓN METODOLÓGICA
    Figura 1: Reflexión natural y Competencia reflexiva
    Aunque acabamos de exponer que la reflexión es una operación natural de la
    inteligencia humana, resulta claro que para que una persona actualice la capacidad
    reflexiva que tiene en potencia necesita desarrollar ciertos hábitos reflexivos como son
    la curiosidad y la disciplina mental pues estos no se improvisan espontáneamente. Se
    requiere un compromiso con la reflexión puesto que una simple disposición para la
    reflexión puede convertirla en algo esporádico y superficial.
    1 A partir de ahora utilizaré para referirme a ella la abreviatura CR (competencia reflexiva)DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Así como la reflexión como tal ya ha sido estudiada en el capítulo anterior, se precisa
    ahora una profundización en el concepto de PR, analizando sus orígenes, naturaleza,
    finalidad, etc.
    A modo de información preliminar podemos distinguir la CR profesional de la CR del
    estudiante univesitario. Nuestro estudio se centrará concretamente en la segunda
    modalidad puesto que nuestra investigación pretende estudiar cómo introducirla,
    enseñarla y comprobar sus resultados formativos en los universitarios cuando aún se
    encuentran en el periodo de su formación inicial universitaria; su vivencia e inmersión
    en el escenario profesional se lleva a cabo sólo por medio de las prácticas o conctactos
    puntuales en su futuro sector profesional. Postulamos que en la medida en que el
    estudiante universitario sea iniciado en esta metodología reflexiva durante su etapa
    universitaria, en esa misma medida podrá, en un futuro profesional próximo, ejercitarse
    como un docente reflexivo que aprende de su propia práctica. Precisamente la capacidad
    aumentar su CR se convierte en el estudiante en uno de los medios de reforzar la calidad
    del proceso educativo y de promover un aprendizaje adecuado a la enseñanza superior.
    Para Barnett (1992), la CR es un medio para estimular a los estudiantes a que
    desarrollen la capacidad de observarse a sí mismos y de emprender un diálogo crítico
    con ellos mismos y con todo lo que piensan y hagan; es un procedimiento reflexivo en
    que el alumno/a se interroga sobre sus pensamientos o acciones. El resultado deseado
    del aprendizaje de cada uno de los estudiantes es el del profesional reflexivo.
    Este planteamiento formativo, estrechamente ligado a la realidad, se sustenta en una
    visión constructivista del aprendizaje práctico del estudiante, según la cual el
    conocimiento sobre la práctica docente debe ser un conocimiento creado por el mismo
    sujeto en formación, no un conocimiento creado con anterioridad por terceros y
    transmitido por ellos. El alumno/a practicante se está formando de un modo real y
    auténtico, precisamente porque es él quien concede un significado personal a unos
    contenidos que ahora vive y sobre los que reflexiona y en los que están implicadas
    muchas dimensiones de su persona.
    II. PROPUESTAS DOCENTES PARA LA FORMACIÓN REFLEXIVA DE LOS ESTUDIANTES
    Resulta relativamente fácil disponerse favorablemente respecto a la formación de
    estudiantes reflexivos. Sin embargo la innovación que esto supone en el ámbito de la
    formación universitaria es notable y este objetivo formativo – que para algunos se
    percibe aún como un ideal y para otros constituye una realidad – plantea una ruptura
    considerable con los planteamientos academicistas de larga tradición que laten bajo el
    quehacer docente de muchos profesores universitarios. La necesidad de un cambio en
    los modelos de enseñanza-aprendizaje comienza con la compresión de la función
    docente como acción prioritaria para guiar y orientar el proceso de aprendizaje,
    mediante la realización de una verdadera acción mediadora entre el alumno y su
    aprendizaje. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Se desea cambiar la orientación del aprendizaje hacia formas crítico-reflexivas, pero lo
    que se presenta dificultoso es hacerlo realidad en los currículos de Educación Superior
    actual. Se apuntan algunas orientaciones y sugerencias que propician en los estudiantes
    el desarrollo de la reflexividad y el aprendizaje de la CR en la universidad,
    especialmente enmarcado en el espacio curricular del Practicum, que ofrece a los
    estudiantes una vivencia de su espacio profesional real de las aulas escolares. Estas
    sugerencias pedagógicas son el resultado de mi propia experiencia docente y del
    simultáneo estudio de su fundamento teórico.
    Conviene señalar que la enseñanza de la capacidad reflexiva, precisamente por su
    propia naturaleza, se resiste a un intento de formalización que la encorsetaría y que
    invalidaría su aplicabilidad a otros contextos universitarios. Algunas pueden ser
    aplicables a otras titulaciones universitarias y otras son específicas de la preparación
    para la profesión docente. Enseñar a nuestros alumnos –futuros maestros/as – a ser
    reflexivos, en primer lugar requiere un cambio en el docente, en sus concepciones, sus
    actitudes, sus planteamientos, sus prácticas, etc. Las iré enumerando y describiendo
    brevemente.
    1. Facilitar situaciones de aprendizaje
    El papel tradicional del profesor como transmisor del conocimiento pierde valor, a la
    vez que adquiere relevancia su nueva función de crear condiciones que faciliten a sus
    alumnos/as oportunidades de desarrollo personal y potencien sus conocimientos,
    competencias, capacidades y habilidades. Ello da lugar a una «nueva» consideración del
    profesor como agente (Rué, 2007), o sea, como alguien con capacidad de actuar
    deliberadamente, efectuar cambios y responsabilizarse de sus acciones, interviniendo de
    forma flexible y contextualizada
    Y Si el trabajo del docente ya no consiste propiamente en transmitir conocimientos sino
    en facilitar situaciones de aprendizaje a partir de la práctica, su función principal es la
    de actuar como facilitador y orientador de los procesos reflexivos que realizan sus
    alumnos a partir de la práctica. Para asumir esta nueva identidad, el profesor
    universitario ha de ser consciente de la relación potencial entre enseñanza y aprendizaje.
    Si falta dicha concienciación el docente acabaría, a largo plazo, apoyándose en ese
    potencial pero de un modo inconsciente y menos fructífero en la formación de los
    estudiantes. No es aconsejable que el docente efectúe un paso brusco sino progresivo en
    el uso de los métodos exclusivamente didácticos a los métodos basados en una estricta
    autonomía del alumno. Heron (1993) cita tres modalidades de facilitación: la jerárquica,
    la cooperativa y la autónoma. Sin embargo no debemos interpretar que la facilitación
    por parte del docente signifique ausencia de estructura o de límites.
    Como consecuencia de la interiorización de su nueva función en el aula universitaria el
    profesor trabajará para poner al alcance de todo el grupo el conjunto más amplio posible
    de recursos para el aprendizaje y se considera a sí mismo como un recurso flexible para
    uso del grupo. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Fácilmente el profesor centrará a sus alumnos en actividades con poder transformador,
    es decir, que propiciará un aprendizaje transformacional aunque no explicite esta
    intención. Y refiriéndose a esa emergente función, Rué apunta:
    “La mediación facilita y ayuda a construir y reconstruir el conocimiento del
    propio alumnado, aportándole experiencias positivas de aprendizaje. Este
    enfoque de enseñanza potencia un pensamiento reflexivo y no sólo
    reproductivo, que lleva implícita la utilización de estrategias metodológicas
    adecuadas a la realidad del aula.”
    (Rué, 2002: 56)
    Para la formación reflexiva el docente ha de promover una relación dialógica, un
    diálogo reflexivo en el que se compromete al alumno hasta el extremo de sus
    conocimientos, su yo y el mundo. Este diálogo además genera una conexión con los
    otros compañeros/as que reporta la seguridad necesaria para exponer sus ideas y asegura
    que el alumno proyecte sus consecuencias para él y para su aprendizaje. Además la
    conexión con los otros apoya la perturbación o el trastorno que puede producirse cuando
    se cuestionan supuestos vigentes y el diálogo eficaz versa sobre el material emocional
    que fluya a partir de esas cuestiones. La participación con los demás, aunque a veces
    presente una vertiente dolorosa, puede generar nuevos aprendizajes, forjados en la
    incomodidad y la lucha del diálogo, que emergen como el aprendizaje reflexivo y crítico.
    Por ello el docente universitario cuenta con el poder del diálogo intencionado para
    promover y enseñar la CR.
    Esta premisa contribuye a combatir la resistencia a considerar la enseñanza como
    práctica profesional en la enseñanza superior. Y si esta línea es válida para todas las
    titulaciones, en el caso de los futuros maestros la presión hacia la orientación práctica se
    intensifica por ser una profesión de coste práctico y aplicado.
    2. Apertura del docente a los contextos del aprendizaje
    Para facilitar la reflexividad de sus alumnos, los docentes universitarios han de
    sostener habitualmente una postura más abierta en relación con el contexto del
    aprendizaje, y de las situaciones, sin limitarse al terreno en que se saben expertos,
    ocupados en una formación continua. Esta actitud potencia una relación unidireccional
    con sus alumnos cuando lo que se necesita es establecer relaciones bidireccionales
    (profesor-alumno) que contribuyan al aprendizaje transformacional en los alumnos. Para
    enseñar la PR se ha de ejercitar un verdadero diálogo reflexivo, que exige
    bidireccionalidad.
    Otro buen recurso en esta misma línea es que el profesor aproveche su práctica
    profesional para el ejercicio docente, así como para su investigación, etc. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Es preciso que el docente universitario transforme su enseñanza en el aula universitaria
    abriéndola a nuevos contextos que produzcan cambios e interacciones que sean capaces
    de acelerar los aprendizajes de sus alumnos/as y sus motivaciones para obtenerlos.
    3. Transparencia disciplinar con los estudiantes.
    Otro modo de favorecer la el desarrollo reflexivo la encontramos en la transparencia en
    la relación de los docentes con sus alumnos. Entre los académicos existe una cierta
    tendencia a ocultar la lucha intelectual en que están comprometidos en la disciplina
    escogida por ellos y sus dilemas correspondientes. El principio de la transparencia
    requiere que el profesor haga explícitos los procedimientos secretos presentes en el
    programa, no sólo las tareas. Los alumnos precisan conocer las tareas es decir, qué hay
    que hacer, pero también precisan conocer el procedimiento, es decir, cómo se debe
    realizar. También este mismo principio, a su vez, ha de aportar claridad sobre las
    relaciones de poder presentes en las situaciones de aprendizaje y, al hacerlas explícitas,
    permite a los alumnos adaptar su postura ante ellas, reconociéndolas y familiarizándose
    con ellas. Barnett plantea que los académicos se presenten como personas, se
    comprometan con la acción crítica, y se coloquen en una situación que no difiera de la
    de los estudiantes. Este proceso exige: “valor, integridad y autenticidad, por una parte, y
    las cualidades de la paciencia, sensibilidad, respeto y reciprocidad intersubjetivos, por
    otra.” (Barnett, 1997: 110).
    4. Transferir la responsabilidad del aprendizaje
    La maduración de la idea del profesor universitario como facilitador de aprendizaje del
    alumno y no de transmisor de conocimientos lleva a interrogarse acerca de la
    responsabilidad del aprendizaje y sobre quién debe recaer ésta. El paso de los métodos
    de transmisión de conocimientos desde un formato tradicional a los de facilitación del
    aprendizaje supone cierta transferencia de responsabilidad del profesor al estudiante,
    especialmente, la concerniente al aprendizaje del alumno que de forma inconsciente
    suele asumirla el profesor. Esta transferencia de responsabilidad al alumno ha de
    hacerse de forma progresiva y en muchos casos se tratará sólo de una transferencia
    parcial y que supone una novedad para el alumno no exenta de inseguridad e
    incertidumbre comparado con la costumbre de la clase magistral que sitúa la
    responsabilidad en el docente y en el grupo, pero no en el alumno individual. Este
    cambio fácilmente estimula al alumno con elementos emocionales que le llevan a
    comprometerse y a retarse a sí mismo en su propia capacidad de aprender. Asumen
    riesgos, sienten miedo, se aventuran a nuevas formas de aprender, y adquieren
    progresivamente una mayor autonomía y creatividad en su percepción de la realidad y
    de la práctica educativa. Barnett (1997) hace una apuesta radical sobre la formación
    crítico-reflexiva que los docentes han de promover en la enseñanza superior: DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    “Los académicos se han fijado para sí mismos un conjunto limitado de
    tareas para desarrollar las capacidades críticas de los estudiantes[…] la
    enseñanza superior para la época moderna tiene más misión que generar
    incertidumbre epistemológica; también debe proporcionar incertidumbre
    personal y ontológica y tiene que producir una incertidumbre práctica”.
    (Barnett, 1997: 175).
    Sin embargo para que ese proceso sea formativo y fructífero se requiere una
    participación considerable del docente que debe dedicar menos tiempo al discurso
    proposicional y más tiempo a escuchar y orientar personalizadamente a sus alumnos
    que han vivido experiencias distintas en contextos escolares muy variados. El docente
    reduce el índice de responsabilidad en el aprendizaje del alumno y simultáneamente
    aumenta el índice de responsabilidad en las tareas de supervisión.
    5. Establecer complicidades didácticas con los alumnos/as
    El docente universitario ha de estar dispuesto a mantener un tipo de relación con sus
    estudiantes que no responde al modelo tradicional académico. Si estas relaciones han
    estado marcadas durante siglos por la separación y el aislamiento, ahora se tornan
    relaciones más próximas tanto intelectual como afectivamente entre uno y otro y
    también con los propios compañeros de estudios. Las relaciones que se establecen son
    menos fijas, menos estandarizadas, más simétricas y, en ocasiones, novedosas, ya que se
    sustentan en la facilitación no en la transmisión jerárquica del saber. Buber (1994)
    apuesta fuerte por ellas y llega a afirmar que el aprendiz se educa gracias a las
    relaciones y que la relación que caracteriza el aprendizaje personal es la relación yo-tú
    que describe así: “la relación es mutua. Mi tú me afecta, como yo le afecto. Estamos
    moldeados por nuestros alumnos y hechos por nuestras obras…Vivimos nuestras vidas
    inescrutablemente incluidas en la fluyente vida mutua del universo.” (Buber 1994:30).
    6. Crear conexiones emocionales positivas
    Los docentes universitarios no están muy habituados a prestar atención a los elementos
    emocionales del aprendizaje y es fácil que se desentiendan de los sentimientos de sus
    estudiantes. El pensamiento de sus alumnos no va madurando biológicamente, o
    biogenéticamente, o psicogenéticamente, sino todo de forma simultánea y global. El
    sujeto va construyéndose globalmente a sí mismo a partir de sus percepciones, la
    manera en que se le han presentado satisfacciones e insatisfacciones de sus necesidades
    primordiales, la calidad de los sentimientos instalados, su pasado y presente
    emocionales, etc.; todos esos elementos vertebrados y entrelazados entre sí van
    especificando y delimitando sus cogniciones.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Cuando el profesor universitario tiene estima por sus alumnos/as y está comprometido
    con ellos, les facilita personalmente la construcción de su propia formación práctica, y
    les presta el necesario apoyo a nivel emocional. En esta línea se expresa Valls:
    “La vinculación que se establece entre docente-discente no sólo beneficia la
    dimensión emocional de esta relación, sino aspectos tan diversos como el
    aprovechamiento y el control del tiempo, el perfeccionamiento en las tareas,
    el apoyo en momentos de desconcierto (¿cómo lo hago?, ¿voy bien
    encaminado?…).
    El acompañamiento realizado por el profesor ha de permitir que el alumno
    sea capaz de proponerse objetivos a corto y largo plazo, encontrar
    soluciones a sus dificultades, descubrir estrategias y recursos que le
    permitan continuar avanzando en su proceso de aprendizaje. En este
    contexto, se pueden generar espacios y situaciones que estimulen la
    creatividad y minimicen los mecanismos de defensa frente al hecho de
    aprender.”
    (Valls, 2008: 34)
    Precisamente las situaciones en que se produce el conocimiento están cargadas de
    reflexiones, intervenciones personales, y los procesos de autoestima son en estas
    ocasiones muy sensibles en función del efecto que producen en los demás. Las
    relaciones más simétricas con profesor y alumno comportan una mayor vulnerabilidad
    emocional en el estudiante que se sincera sobre su acción práctica, sus sentimientos y
    sus reflexiones en la intervención escolar y después de ella.
    Aunque sea obvio, en este marco se precisa recordar que los sentimientos de afecto
    entre el docente y el practicante contribuyen a crear una actitud positiva hacia el
    aprendizaje y se comunican a través de actitudes empáticas de paciencia, apoyo a su
    autoestima, perseverancia, etc. En esta línea apunta Wernicke (1993) que las
    interacciones son siempre emocionales e intelectuales, no pueden ser una cosa u otra; en
    toda interacción, cada uno de los participantes aporta sus propias emociones; pero en
    ocasiones surge una nueva emoción, ya no propia de cada uno sino propia de ambos o
    del grupo: la interacción se ha transformado en relación; nace un vínculo.
    El docente se compromete con sus alumnos en el aprendizaje y la voluntad de ayudarles
    le conduce a planear y cambiar estrategias adaptándose a las posibilidades de los
    estudiantes, incluso cuando éstos sostienen alguna actitud negativa.
    Tal como apunta Freire (1996), los profesores enseñan a sus alumnos a querer y a
    disfrutar del aprendizaje y dan muestra de competencia científica, capacidad de amar,
    humor, claridad política y coherencia. Relacionan las dificultades y los obstáculos con
    las facilidades para aprender. Estimulan la curiosidad crítica de los alumnos y no la
    memorización mecánica de los contenidos transferidos.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Para ellos, enseñar y aprender son partes inseparables del mismo proceso de conocer.
    La función del profesor en la escuela es proporcionar un ambiente que estimule las
    preguntas y las respuestas que dirigen el curso del pensamiento del alumno. El profesor
    modifica los estímulos para que la respuesta logre la formación de disposiciones
    intelectuales y emocionales deseables.
    Para expresar este nuevo tipo de relaciones entre docentes y alumnos Belenky
    (1996:221) utiliza la expresión aprendizaje conectado. En resumen, las relaciones
    necesarias para propiciar la reflexividad en los estudiantes son mutuas y no
    unidireccionales, abiertas a las diferencias, y la incertidumbre y no ligadas a unos
    resultados inflexibles.
    La noción de aprendizaje como un proceso social y colaborativo no se acomoda
    fácilmente al tradicional sistema educativo occidental de corte competitivo e
    individualista y distante.
    7. Utilizar metodológicamente el diálogo reflexivo
    Una de las aportaciones de Pedagogía contemporánea es el aprendizaje dialógico
    (Flecha, 1997), planteamiento que pone el énfasis en las interacciones. El diálogo
    reflexivo e intencionado constituye un elemento clave de la CR cuando se pone al
    servicio del aprendizaje y lo interpretamos en nuestro contexto como diálogo didáctico.
    Cada vez son más las investigaciones que confirman que el proceso de aprendizaje
    depende de la coordinación entre las actividades que se llevan a cabo en los diferentes
    contextos de la vida del estudiante y no sólo de lo que sucede en los espacios y tiempos
    establecidos para la enseñanza en el aula universitaria. Para ello el diálogo es capaz de
    introducir en el aula universitaria esa diversidad de vivencias y de elementos para que el
    estudiante realice un aprendizaje profundo y significativo desde el punto de vista
    psicológico.
    Sin embargo conviene señalar que el hecho de que docentes y estudiantes estén
    comunicándose en el aula universitaria no garantiza que exista un diálogo reflexivo.
    Diálogo reflexivo y comunicación están estrechamente relacionados si analizamos el
    contexto del aula universitaria, sin embargo no significan exactamente lo mismo aunque
    percibimos que a nivel didáctico la comunicación y el diálogo son aliados básicos de la
    reflexión.
    La autorreflexión se apoya y se complementa con el diálogo con los otros, profesor y
    compañeros, y ha de incluirse como estrategia didáctica formativa en la universidad.
    Precisamente el diálogo reflexivo es el que conduce al pensamiento reflexivo y prepara
    para Y Su uso metodológico facilita a los alumnos el paso del aprendizaje de bucle
    sencillo al de doble bucle que hemos tratado anteriormente. Esta cuestión requiere que
    el docente universitario no tema la participación de los alumnos en una situación de
    clase y que sepa gestionar esas interacciones intelectuales que se generan entre teoría y
    práctica.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
    DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
    Dra. Ángeles Domingo Roget
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    Buena parte de la función del profesor en ese diálogo con y entre sus alumnos es
    proporcionar un ambiente que estimule las preguntas y las respuestas que dirigen el
    curso del pensamiento del alumno. En este sentido (Valls 2008) conviene tener en
    cuenta que se debe atribuir un espacio y un tiempo para la reflexión del alumno/a, que le
    permita pensar y verbalizar los procesos y las tareas, tanto las realizadas
    satisfactoriamente como las que no lo son. Ello facilita integrar esta realidad en un
    contexto de verdaderas oportunidades de aprendizaje, permitiendo ajustar la enseñanza
    a las características singulares de cada uno de los alumnos/as. Desde el aprendizaje
    dialógico la diferencia va unida a la igualdad: igualdad para que todos puedan llegar al
    nivel de aprendizaje por el que opten y diferencia para que todos puedan hacerlo sin
    renunciar a sus propias opciones antropológicas pedagógicas, y educativas, culturales,
    religiosas, etc.
    El profesor modifica los estímulos para que la respuesta logre la formación de
    disposiciones intelectuales y emocionales favorables.
    “El diálogo reflexivo que permite el aprendizaje críticamente reflexivo, compromete
    a la persona hasta el extremo de sus conocimientos, su sentido del yo y del mundo,
    tal como lo experimentamos. Por tanto, se cuestionan nuestras premisas sobre el
    saber, sobre nosotros mismos y nuestro mundo. Se cuestionan también las premisas
    vigentes sobre las ideas, el yo y el mundo”
    Brockbank, 2002:73)
    Sin embargo, la figura central en la organización y desarrollo del proceso educativo
    recae en el profesor que guía ese diálogo reflexivo; su experiencia, motivación e
    inclusión en la actividad, es la que promueve que sus alumnos construyan y
    reconstruyan conocimiento en una atmósfera participativa e indagadora que propicia e
    induce al estudiante a expresar su mundo interno2
    . La construcción del conocimiento a
    través del diálogo reflexivo no significa la ausencia absoluta de momentos expositivos
    por parte del profesor. El profesor es quien promueve el diálogo reflexivo entre
    docentes y estudiantes garantizando la bidirecccionalidad de la comunicación.
    Sin embargo en este clima de diálogo existe una posible falacia didáctica: cuando las
    intenciones del profesor consisten en hablar a sus alumnos largo y tendido, en sentido
    didáctico, con la intención de transmitir su posición o conocimientos en una materia, el
    diálogo deja de ser reflexivo y bidireccional y pasa a ser unidireccional e incapaz de
    propiciar en los estudiantes ideas nuevas. Esta forma didáctica de apariencia dialógica,
    cuando se basa en el diálogo unidireccional, se caracteriza por el hecho de que una de
    las partes reclama para sí el carácter de experto que quiere interactuar con los que no lo
    son.
    2 Me agrada ilustrar esta consideración con unas palabras que ennoblecen el valor humano de la apertura a
    los demás: “Un pensamiento que no se expresa, un juicio práctico que no se realiza, son actos infecundos.
    Incluso el enriquecimiento personal que nace de la especulación teórica, alcanza todo su sentido cuando
    se comparte” (Ruíz, 1996:402).DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    El diálogo que se plantea desde el aprendizaje dialógico es un diálogo igualitario, lo
    que supone que se funciona a partir de la validez de los argumentos y no de la posición
    de poder que cada agente ocupa. Cuando se lleva a cabo el diálogo igualitario, el
    profesorado no ve cuestionado su papel, sino que, al contrario, se refuerza. También
    aumenta su formación ante la necesidad de argumentar sus propuestas.
    Conviene advertir que en estas situaciones didácticas el diálogo reflexivo no es
    amenazador ni para quien enseña ni para quien aprende3
    , es un estímulo y una recurso
    pedagógico que genera energía para aumentar la significatividad del aprendizaje y para
    que los alumnos se mantengan activos en ese proceso que no podrá ser transmisivo.
    El diálogo reflexivo entre profesor y alumno y entre alumnos entre sí, permite
    reflexionar a los alumnos sobre sus prácticas con el apoyo de los que dialogan con él, y
    puede, a su vez, influir en su próxima práctica, y suele enriquecer con aprendizaje
    práctico a todos los que intervienen en el diálogo colectivo.
    El diálogo compartido supera en mucho el diálogo que uno puede establecer consigo
    mismo. El diálogo reflexivo con los demás sobre una práctica facilita que se pueda
    abordar los sentimientos del practicante antes, durante y después de la acción y se
    produce el fenómeno del descubrimiento de teorías implícitas, elementos inconscientes
    y elementos emocionales que han interactuado y que se hacen explícitos por medio de la
    ayuda de los otros que pueden contribuir con su visión más externa y quizás algo más
    objetiva.
    Uno de los espacios más oportunos para el diálogo reflexivo es el Seminario, modelo
    potencial del desarrollo de la PR del estudiante. El número de alumnos reducido facilita
    el clima para ese diálogo entre unos y otros y la supervisión del docente resulta más
    asequible y controlable.
    8. Promover la perspectiva interdisciplinar y transdisciplinar
    La CR propone al alumno/a el aprender a partir de su propia práctica en el aula escolar.
    Y el alumno al acudir al aula se introduce en una realidad viva, unitaria, pero de gran
    complejidad, plena de interacciones, fuertemente contextualizada, y en ciertas
    situaciones le corresponde intervenir con una respuesta única, que condense y vertebre
    una enorme cantidad de conocimientos, experiencias, creencias, teorías, etc. Urge por
    tanto que en la institución universitaria proceda a una mayor transferencia del
    conocimiento y promueva una perspectiva más interdisciplinar y transdisciplinar. Con
    ello no fragmenta artificialmente el saber en disciplinas que la realidad profesional no
    secciona, y las presenta profundamente relacionadas y unidas. Si esta sugerencia es, en
    efecto, de complicada puesta en práctica, una contribución posible de los docentes es
    3
    Sin embargo en el hábitus y teorías implícitas de numerosos docentes sí que ese diálogo es percibido
    inconscientemente como una situación amenazadora de control y dominio en el aula universitaria. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    abrir sus disciplinas, asignaturas y programas y adoptar actitudes más flexibles que no
    les limiten a su estricto marco de referencia inmediato de su asignatura.
    Tenemos que romper el encajonamiento del saber para convertirlo en un saber global. Si
    el saber no aporta soluciones al contexto multidisciplinar que vivimos, no sirve de nada.
    Podemos identificar tres acepciones diferentes del concepto de interdisciplinariedad, de
    acuerdo con el resultado del informe elaborado como consecuencia del encuentro
    convocado por la Universidad de Stanford, en agosto de 2002, para tratar de crear un
    nuevo formato de trabajo universitario:
    a) La versión banal, producto de una «complementariedad» entre diferentes
    disciplinas, normalmente consecuencia de la necesidad de trabajar juntos abordando
    diferentes aspectos de una misma problemática.
    Por ejemplo, la relacionada con la cuestión urbanístico-social en las grandes metrópolis.
    Intervienen y se interceptan urbanismo, arquitectura, geografía urbana, sociología,
    economía, ingeniería, derecho, etc.
    Esta interdisciplinariedad «de fin de semana», es portadora de la convicción de que lo
    que las otras disciplinas puedan decir en nada cambiará el trabajo que cada participante
    realiza. El resultado final es un «informe-sumatoria» donde los criterios de coherencia
    entre los diferentes «productos» de cada disciplina son poco consistentes.
    b) La versión académica, producto del tiempo que algunos investigadores pasan
    juntos, es consecuencia de la obligación establecida por algún financiamiento concedido
    por instituciones de enseñanza o que se dedican oficialmente a investigaciones
    «interdisciplinarias». El resultado final es una conversación intelectualizada en la cual
    cada uno de los interlocutores trata de exhibir su trabajo individual, sus hipótesis
    «innovadoras», su «originalidad».
    c) La posibilidad de una verdadera co-elaboración intelectual relacionada con la
    puesta en interacción de las diversas disciplinas involucradas, cuyos resultados
    potenciales no podrían haber sido producidos aisladamente. Para que esto pueda
    producirse es necesario que previamente haya sido establecido un terreno común por
    medio de conceptos fundamentales compartidos.
    Esta es la dimensión de la interdisciplinariedad que nos interesa integrar en la
    perspectiva docente de nuestra institución universitaria y por la que apostamos en esta
    investigación.
    La transdisciplinariedad implicaría la intersección de diferentes disciplinas, provocando
    atravesamientos entre campos capaces de posibilitar múltiples visiones simultáneas del
    objeto en estudio.
    1. Los campos disciplinarios constituyen estructuras y si estos interaccionan
    entre sí, producen relaciones. Por ello el profesor puede utilizar esas
    posibilidades de intersección entre las disciplinas para los procesos de
    enseñanza-aprendizaje. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    2. Promover la inteligencia general y no parcelaria. Para alcanzar a focalizar la
    complejidad, superando la fragmentación disciplinaria, hay que avanzar mas allá
    de la sumatoria de campos que prescinde de las interrelaciones. Interesa, por
    tanto, que el profesor universitario promueva que sus estudiantes desarrollen
    este tipo de inteligencia, una inteligencia general la denomina Morin, que no
    pretende simplificar y reducir la complejidad artificialmente.
    3. Realismo pluralista. El docente ha de transmitir respeto y aceptación por la
    estructura compleja de la realidad educativa objeto de estudio y de práctica, en la
    que “todo influye en todo”. El afán reduccionista de simplificar el análisis y la
    práctica educativa descalificaría profesionalmente al profesor universitario4
    . Si
    el aula escolar es una organización versátil, viva, dinámica, abierta, flexible, hay
    que formar a los estudiantes familiarizándoles con la perspectiva interdisciplinar
    y transdisciplinar y orientarles en esa línea y promover modalidades de acción
    conjunta que integren esta perspectiva5
    .
    4. Los campos disciplinarios precisan incorporar la crítica lógica al mismo
    tiempo que la perspectiva pragmática. Cada disciplina tiene acceso a una faceta
    del objeto de estudio y por eso es necesario producir agentes capaces de circular
    entre dos o más campos disciplinarios simultáneamente.
    Los saberes han de poder interrelacionarse en la educación superior con apuestas de
    trabajo coordinado que propicien en el alumno practicante una mejor comprensión de la
    realidad que está viviendo durante sus prácticas en la escuela, que es un ecosistema de
    gran complejidad. Sólo tras una mejor comprensión de la situación educativa, la
    intervención del alumno en el aula articulará más y mejor las distintas disciplinas
    implicadas en las situaciones educativas (psicología educativa, la didáctica, la
    sociología, etc.). La CR tiene como objetivo coparticipar y hacer dialogar entre sí estos
    diversos saberes.
    En esta línea, en nuestra universidad se ha formalizado el Practicum de cada curso de
    Magisterio desde una perspectiva interdisciplinar e intradisciplinar implicando en el
    Practicum de cada curso el mayor número posible de asignaturas troncales u
    obligatorias, recientemente cursadas por el estudiante, con el trabajo cooperativo de los
    profesores implicados.
    4
    En Teoría de Sistemas se conoce con el nombre “Prerrequisito de Ashby”, la ley formulada por
    Luhmann, según la cual sólo la complejidad, puede acoger complejidad. Aunque también está en lo
    cierto Habermas cuando plantea paradójicamente que la introducción de nuevos sistemas para reducir
    complejidad puede, más bien, aumentarla.
    5
    Todo docente universitario es consciente de la complejidad que plantea la realidad educativa, pero en
    ocasiones se evita la perspectiva interdisciplinar por motivos más bien psicológicos, puesto que abrirse a
    las relaciones interdisciplinarias genera inseguridad intelectual y desafíos que se presentan como
    amenazas a la sensación de dominio sobre un programa o disciplina cerrado y el docente puede temer esa
    pérdida de control, en la que se apoya su poder y autoridad. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    9. Enfocar el aprendizaje desde la perspectiva holística
    Si la formación del futuro maestro ha de orientarse a la práctica, uno de los modos de
    prepararle para su quehacer docente es propiciar durante su formación inicial un modo
    de pensar de carácter analógico que le ayude a lograr que su mirada intelectual hacia el
    objeto de estudio sea capaz de captar las diferencias sin perder la unidad. El
    Diccionario de la Real Academia Española define el holismo como «la doctrina que
    propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes
    que lo componen.” En este contexto surgen las llamadas sinergias, ese efecto añadido
    positivo que se produce al unir dos o más unidades y que es superior cualitativamente a
    la estricta suma. La perspectiva holística6
    – a veces asimilada a la naturalista – se nutre
    conceptualmente de la investigación etnográfica y se la enmarca en la filosofía de la
    totalidad7
    . Propone una visión global de la realidad estudiada, integrando toda su
    complejidad desde distintos puntos de vista, internos y externos, objetivos y subjetivos,
    y en la que interesan las interpretaciones de todos los implicados en el estudio de las
    temáticas.
    Es la perspectiva más coherente con la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad.
    Este enfoque del conocimiento implica a todos sus componentes, con sus relaciones
    obvias e invisibles. Normalmente se usa como una tercera vía o nueva solución a un
    problema. El holismo enfatiza la importancia del todo, que es distinto que la suma de
    las partes (propiedad de sinergia) y da importancia a la interdependencia de éstas.
    La psicología cognitiva suele llamar holístico a aquel estilo de aprendizaje que estudia
    el todo, relacionando sus partes, pero sin separarlo del todo, en palabras del profesor
    Wernicke:
    “El paradigma general del sujeto será holístico cuando reconozca la
    construcción mental de un sistema de mapas globales y fragmentarios como
    formas de captación y organización de la realidad, con interpretación
    simultánea desde diversas dimensiones, la inevitable interacción entre todos los
    mapas (integración) y un constante desarrollo dinámico objetual-fenoménico y
    subjetivo.”
    (Wernicke, 2003:168)
    En cambio, un paradigma fragmentario supone la falta de interacción entre las diversas
    dimensiones del ser humano y la división estricta entre los diversos mapas, sin una
    supuesta influencia recíproca de estos entre sí. A la perspectiva holística se opone la
    6
    El holismo (del griego holos que significa todo, entero, total) es la idea de que todas las propiedades de
    un sistema (biológico, químico, social, económico, mental, lingüístico, etc) no pueden ser determinadas o
    explicadas como la suma de sus componentes. El sistema completo se comporta de un modo distinto que
    la suma de sus partes.
    7
    Esta característica, propia de la investigación etnográfica, propone una visión global de la realidad
    estudiada, integrando toda su complejidad desde distintos puntos de vista. Esto la hace más rica en
    significados sociales ya que reproduce distintas perspectivas.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    serialista. La diferencia fudamental entre estos dos tipologías de aprendices se pueden
    sintetizar así:
    a) Aprendizaje serialista: aquel en el que se aprende paso a paso, creando nuevas
    hipótesis a medida que avanzan y “a quienes los árboles no dejan ver el bosque” (Daniel
    1975:85). Cuando se les pide que enseñen lo aprendido los serialistas reproducen el
    procedimiento con exactitud. Este aprendizaje se aproxima al concepto de enseñanza
    como reproducción.
    b) Aprendizaje holístico: aquel en que se aprende globalmente, apreciando la
    complejidad y el marco completo. Cuando se les pide que enseñen lo que han aprendido
    los aprendices holistas cambian el orden y saltan de unas cosas a otras, aunque sin
    perder la coherencia y el sentido. En este caso el planteamiento de la enseñanza se
    entiende como transformación.
    Estudiadas las diferencias entre el holismo y el serialismo, debemos apuntar que para
    lograr que los estudiantes sean capaces de activar su capacidad reflexiva se requiere que
    sus profesores los hayan familiarizado con esta perspectiva, promoviendo estrategias de
    aprendizaje holístico y evitando que su aprendizaje se estructure de una forma lineal,
    plana y atomizada.
    Precisamente el espacio curricular del Practicum (prácticas en espenarios rofesionale
    durante toda formación univesitaria, favorece esta percepción holística de la realidad
    educativa y contribuye a que el estudiante, a medida que avanza en su proceso
    formativo, establezca relaciones cognitivas y experienciales – interdisciplinares e
    intradisciplinares – a partir de sus prácticas y que éstas siendo crecientes, abiertas y
    creativas conduzcan a una síntesis profesionalizadora en su saber, su saber hacer y su
    saber estar.
    Estas propuestas se sustentan en varias investigacione que llegan a la misma conclusión
    por diferentes itinerarios. El enfoque atomista del aprendizaje se centra en los detalles,
    aislados o en sucesión, recordando la secuencia serialista. Los enfoques holistas o
    holísticos hacen hincapié en los significados globales y tratan de contextualizar el
    material nuevo en lo que ya se conoce y buscan los argumentos clave o principales
    (Svensson, 1997). Los programas pensados para aprendices atomistas revelaban que los
    alumnos pueden modificar su enfoque o concepción del aprendizaje cuando se les
    facilita un ambiente que apoye ese paso (Saljo, 1979).
    Y dando un paso más en la línea expuesta, considero necesario no someter a un estudio
    parcelario y fragmentado las situaciones que el practicante vive en el aula. Son
    vivencias que acumulan muchos elementos e interacciones ricas y complejas latentes en
    el aula escolar y que la realidad presenta al practicante de forma global y unitaria. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    Como consecuencia, es preciso que los alumnos al practicar la reflexión sobre su
    práctica, lo hagan también de forma holística. Según Dewey (1989) la reflexión no
    consiste en un conjunto de pasos o procedimientos específicos que han de seguir
    sistemáticamente los profesores. Es, en cambio, una forma de afrontar y responder a los
    problemas. La acción reflexiva constituye un proceso más amplio que el de la solución
    racional de problemas. La reflexión implica intuición, emoción y pasión: no es algo que
    pueda acotarse de manera precisa, como han tratado de hacer algunos, y enseñarse como
    un conjunto de técnicas para uso de los maestros. Por tanto, para enseñar a los
    practicantes a ejercitarse en la PR inicialmente habrá de hacerse con una etapa de uso
    sistemático de un modelo o metodología que sistematice su reflexión y que guíe en
    estos procesos reflexivos a los que está poco habituado. Una vez superada la
    inseguridad e incertidumbre inicial, el practicante adquiere soltura y ya no se precisa el
    seguimiento ordenado y sistemático de la metodología, así el practicante, usará el
    método de forma flexible, abierta, sin límites, en definitiva, su PR irá adquiriendo una
    clara orientación holística.
    10. Estrategias y técnicas para inducir a la reflexividad
    El docente en su tarea de planificación ha de definir qué estrategias de enseñanzaaprendizaje
    se adecuan mejor a su contexto universitario y las que más faciliten la
    iniciación, entrenamiento y desarrollo de la CR de los estudiantes.
    El planteamiento docente que más favorece el aprendizaje reflexivo y como
    consecuencia la CR, es la utilización de metodologías activas y participativas por parte
    del alumno. El estudiante ha de ser el protagonista de su aprendizaje y entendemos por
    pedagogía activa aquella que induce a los aprendices a estar activos intelectual y
    mentalmentes, no sólo cinestésicamente.
    Nos limitaremos a enumerar algunas de las estrategias de aprendizaje, sistemas de
    evaluación y dinámicas de trabajo universitario que facilitan los procesos reflexivos en
    los alumnos:
    – Diario reflexivo individual y grupal.
    – Registro de experiencias.
    – Diálogo reflexivo.
    – Carpetas de aprendizaje o portafolios.
    – Trabajo colaborativo entre alumnos.
    – Enseñar técnicas de observación sistemática.
    – Estudio de casos prácticos.
    – Reconstrucción mental y verbal de situaciones escolares.
    – Auto-informe.
    – Ejercicios de inferencia teórica a partir de casos particulares.
    – Resolución de casos de intervención educativa.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    – Reflexión compartida en los Seminarios de Practicum.
    – Verbalización y narración de experiencias reales.
    – Detección y análisis de teorías implícitas del docente que han influido.
    – Detección metacognitiva de vacíos teóricos a cubrir con formación.
    – Auto-evaluación y hetero-evaluación entre los practicantes.
    – Utilización de la indagación como investigación.
    – Utilización didáctica de la confrontación o conflicto cognitivo8
    .
    – Interacción consigo mismo, con los demás y con la teoría
    Las diez orientaciones expuestas a través de las cuales el profesor/a universitario/a
    puede propiciar el desarrollo de la reflexividad aunque son asequibles, suponen cierta
    innovación y tensión por parte del docente. Mi experiencia al aplicarlas dichas
    propuestas experimentalmente, en el marco de mi investigación doctoral, han mostrado
    su efectividad formativa de un modo relevante.
    A modo de síntesis final se presentan esquemáticamente las 10 propuestas que se han
    tratado en este artículo orientado a la innovación docente en la Educación Superior.
    10 CLAVES DOCENTES PARA UNA FORMACiÓN
    REFLEXIVA DE LOS ESTUDIANTES
    10. Estrategias para desarrollar la reflexividad
    9. Enfoque holístico del aprendizaje
    8. Perspectiva interdisciplinar y transdisciplinar
    7. Diálogo reflexivo como método didáctico
    6. Conexiones emocionales positivas en el aula
    5. Complicidad didáctica con el alumno
    4. Transferencia al alumno de la responsabilidad
    3. Transparencia disciplinar del profesor
    2. Apertura a los contextos del aprendizaje
    1. Facilitar situaciones de aprendizaje
    Propuestas docentes el desarrollo de la CR en el aula universitaria
    8
    Trasladar al aula universitaria la confrontación inicial entre teoría y práctica que se produce
    frecuentemente en los estudiantes al entrar en contacto con el escenario profesional constituye una
    situación de alto valor formativo que interpela su CR y les conduce a recodificar y reelaborar su
    conocimiento.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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    SVENSSON,L. (1977) “On qualitative differences in learning III- study skyll and
    learning”, British Journal of educational Psycology, 47, pp.233-243.
    WERNICKE, C. G. (2003). “Una pedagogía contextual”, Educare IV:141-155, Univ.
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    reflrexividad

    Es un proceso que tiene el ser humano, donde analiza, de acuerdo a sus capacidades y habilidades lo que desee desarrollar como el mismo conocimiento. La reflexividad busca lograr que las personas, en especial los adolescentes, sean capaces de entender la magnitud de las acciones que van a realizar, que analicen si esa acción les traerá consecuencias positivas o negativas.

    Ventajas de ser reflexivos:

    -Se realizaran las acciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la persona
    -Su vida tendrá más satisfacciones que la vida de una persona que solo actúa por inercia o por influencia de sus pares
    -Mayor capacidad  de análisis, que a largo plazo será muy beneficioso en su vida
    -Mejor desempeño tanto en los estudios como en las diversas tareas que tiene un adolescente

    ¿Por qué los adolescentes no actúan reflexivamente?

    Muchas veces la presión del grupo influye de manera considerable en el adolescente, instándolo a realizar acciones que van en contra de sus principios y valores por el simple hecho de estar de “moda” o porque todo el mundo lo hace.
    El adolescente se encuentra en un dilema, hacer lo que mi grupo de amigos dicen que haga aunque vaya en contra de mis valores o rechazar esa acción y como consecuencia ser marginado socialmente. El adolescente reflexivo evalúa la situación con sus pros y contras, de tal manera que la reflexión que obtenga le guíe en lo que debe hacer.
    Ser reflexivo no se trata solo de realizar acciones buenas sino de estar convencidos plenamente de que se está tomando la decisión más correcta para la vida. Pues el futuro de una persona depende de las decisiones que se tomen en determinadas situaciones.
    En la adolescencia también hay una mayor capacidad de reflexión, donde el adolescente va a compararse con los otros muchachos que están a su alrededor, y con base en ello, llegan a establecer iniciativas propias y un concepto de sí mismos que les permite afrontar la vida de una manera más exitosa.
    El pensamiento del adolescente difiere del pensamiento del niño. Los adolescentes son capaces de pensar en términos de lo que podría ser verdad y no sólo en términos de lo que es verdad. Es decir, pueden razonar sobre hipótesis porque pueden imaginar múltiples posibilidades. Sin embargo, aún pueden estar limitados por formas de pensamiento egocéntrico, como en el caso de los niños.
    El nivel más elevado de pensamiento, el cual se adquiere en la adolescencia, recibe el nombre de pensamiento formal, y está marcado por la capacidad para el pensamiento abstracto. En la etapa anterior, llamada etapa de las operaciones concretas, los niños pueden pensar con lógica solo con respecto a lo concreto, a lo que está aquí y ahora. Los adolescentes no tienen esos límites. Ahora pueden manejar hipótesis y ver posibilidades infinitas. Esto les permite analizar doctrinas filosóficas o políticas o formular nuevas teorías. Si en la infancia sólo podían odiar o amar cosas o personas concretas, ahora pueden amar u odiar cosas abstractas, como la libertad o la discriminación, tener ideales y luchar por ellos. Mientras que los niños luchan por captar el mundo como es, los adolescentes se hacen conscientes de cómo podría ser.

     Factores que influyen en la madurez intelectual

    Aunque el cerebro de un niño se haya desarrollado lo suficiente como para permitirle entrar en la etapa del pensamiento formal, puede que nunca lo logre si no recibe suficientes estímulos educativos y culturales. En la adolescencia, no solo hay una maduración cerebral, sino que el ambiente que rodea al adolescente también cambia, su ambiente social es más amplio y ofrece más oportunidades para la experimentación.
    Todos estos cambios son fundamentales para el desarrollo del pensamiento. La interacción con los compañeros puede ayudar en este desarrollo. Según las investigaciones realizadas en Estados Unidos, cerca de la sexta parte de las personas, nunca alcanza la etapa de las operaciones formales.

    Características típicas del pensamiento de los adolescentes

    Encontrar fallas en las figuras de autoridad. Las personas que una vez reverenciaron caen de sus pedestales. Los adolescentes se hacen conscientes de que sus padres no son tan sabios ni saben todas las respuestas, ni tienen siempre razón. Al darse cuenta de eso, tienden a decirlo alto y claro con frecuencia. Los padres que no se toman estas críticas de modo personal, sino que las consideran como una etapa del crecimiento y desarrollo de sus hijos, son capaces de responder a esos comentarios sin ofenderse y reconocer que nadie es perfecto.Tendencia a discutir. A menudo, los adolescentes usan la discusión como un modo de practicar nuevas habilidades para explorar los matices de un tema y presentar un caso desde otros puntos de vista. Si los padres animan a sus hijos a participar en debates acerca de sus principios, mientras evitan llevar la discusión a título personal, pueden ayudar a sus hijos en su desarrollo sin crear riñas familiares.Indecisión. Dado que los adolescentes acaban de hacerse conscientes de todas las posibilidades que ofrece y podría ofrecer el mudo, tienen problemas para decidirse incluso en las cosas más sencillas. Pueden plantearse diversas opciones y medir las consecuencias de cada decisión durante horas, incluso aunque se trate de temas poco importantes.Hipocresía aparente. A menudo, los adolescentes no reconocen la diferencia entre expresar un ideal y buscarlo. Así, pueden usar la violencia en una marcha a favor de la paz, o protestar contra la polución mientras arrojan basura a la calle. Aún deben aprender que los valores no basta con pensarlos sino que deben vivirse para lograr un cambio.
    Autoconciencia. La autoconciencia se relaciona con la tendencia a sentirse observados y juzgados por los demás. Los adolescentes pueden ponerse en la mente de otras personas e imaginar lo que piensan. Sin embargo, como tienen problemas para distinguir entre lo que les interesa a ellos y lo que les interesa a los demás, suponen que los demás piensan de ellos igual que ellos mismos. Así, cuando un o una adolescente ve un grupo de chicos riéndose, «sabe» que se están riendo de él o ella. Aunque este tipo de autoconciencia se da también entre los adultos, en los adolescentes se da de un modo más intenso y son mucho más sensibles a las críticas, de modo que es importante que los padres se abstengan de ridiculizarlos o criticarlos en público.Centrarse en sí mismos. Los adolescentes suelen creer que ellos son especiales, que su experiencia es única y que no están sujetos a las mismas leyes que rigen el mundo. Esto puede llevarlos a asumir conductas de riesgo, porque piensan que nada malo va a pasarles a ellos. Por ejemplo, una adolescente puede pensar que ella no va a quedarse embarazada, o que no va a acabar enganchada a las drogas, aunque tenga comportamientos de riesgo en ambos sentidos. No obstante, hay que tener en cuenta que este «optimismo ingenuo» puede darse en adultos en la misma medida. Es decir, cuando se les pide que evalúen, por ejemplo, su riesgo de morir en un accidente de tráfico, adolescentes y adultos pueden responder de manera similar. La diferencia es que el adulto aplica este modo de pensar en la práctica (siendo más prudente al volante, usando cinturón, etc.) y el adolescente es más propenso a no hacerlo.

    ¿Por qué estas habilidades sociales son tan importantes en el adolescente?

    Los adolescentes se sienten desorientados, no saben hacia donde van o qué hacer en determinadas circunstancias. Por ello el aprendizaje de la asertividad como un medio de comunicación eficaz y de la reflexividad le ayudará a encaminarse y poder tomar sus propias decisiones.
    Se busca que el adolescente vaya aprendiendo de una forma madura cómo enfrentar los restos y demandas que el mundo de hoy propone, sólo así será una persona capaz de competir en el mundo tanto en el ámbito laboral como en los diferentes campos que se va a desarrollar.
    La adolescencia es una etapa de cambios dramáticos en la persona pero sin la ayuda de los padres y maestros, estos cambios serán mucho más difíciles de entender y por tanto sobrellevar.
    Por esto es necesario que tanto los padres como los maestros estén dispuestos a guiar esta nueva de la vida de sus hijos, enseñándoles con el ejemplo a practicar la asertividad, qué mejor lugar para aprender que en el propio hogar o en el colegio que es el segundo hogar de la persona. También la reflexividad, porque sin ella las acciones que realizaremos carecerán de importancia en nuestra vida, serán actos vacíos, realizados por simple inercia o influencias por el grupo que nos rodea. Nos ayudará a sentirnos seguros de lo que hacemos y somos, por tanto las decisiones que tomemos sólo dependerán de nosotros mismo, tal vez nos equivoquemos pero si somos conscientes de ello, entonces trataremos de enmendarlo y volver a levantarnos para seguir.
    Porque el mundo de hoy necesita personas con ganas de seguir no necesita personas mediocres que al primer obstáculo de dejan caer y ya no quieren seguir.
    Adolescente sé asertivo y reflexivo, estas cualidades cambiarán tu vida.
     
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